La derecha chilena se encuentra en una crisis grave, una crisis intelectual. Ella carece de un discurso que dé orientación al momento actual. Se ha quedado atrapada en el relato formulado para la época de la Guerra Fría, pero es incapaz de intervenir con prestancia en las discusiones más complejas del presente, donde combina el silencio y la escaramuza. La consecuencia más patente de aquella crisis es la pérdida de apoyo electoral. La más preocupante: la ausencia de encarnación de la derecha en estructuras legítimas de poder. El diagnóstico del libro es que mientras la derecha no reconstituya su discurso y lo dote de la sofisticación requerida para comprender los difíciles tiempos que corren, no recuperará presencia en dichas estructuras de poder. Sin ella, su apoyo electoral variará, pero será decreciente. El libro bosqueja además algunos movimientos iniciales necesarios para superar la crisis. Ante todo, propone una forma específicamente política –no solo económica o moral- de comprender la existencia, que incorpore de modo revitalizado a las diversas tradiciones intelectuales de la derecha, así como la existencia de una mayor y más permanente apertura del sector a la realidad concreta.