Joseph Roth agotó su breve vida en una escritura febril. Alimentó ficciones con los fantasmas de la infancia, ese mundo judío del este de Europa que intuía condenado a la extinción. Para apuntalar su errancia se inventó una lealtad con las ruinas aún palpitantes de un imperio multinacional y buscó mantener un ideal ya caduco en un tiempo catastrófico y sombrío, con esa materia trazó una obra cuya riqueza no deja de sorprender. Como un paseante que recorre sus lugares queridos, tanto por placer como para comprender su propia historia, Edgardo Cozarinsky se adentra en la vida y obra de uno de los narradores más importantes del siglo XX, e ilumina con su escritura, con sus Variaciones, a un autor ya una época compleja y apasionante que, a un siglo, con insospechada intensidad, resuena en nuestro presente., , “Cozarinsky transmite la sensación de urgencia y de nostalgia que acompaña los mensajes que parecen llegar del pasado o de un lugar que no existe”. ricardo piglia